Es como intentar vivir en un Tretis de POSIBILIDADES, donde construyo un espacio carente de tiempo. Sustentado con filtros delgados de pensamiento, resguardo el plástico laminado de mi pequeña fortaleza. Espero las noticias de afuera, mientras observo un aire que reza. Que el contacto sea etéreo, que solo traiga propuestas. Como un dialogo cotidiano entre dos mesas, espero no levantar mis ojos para contemplar mi dignidad impotente sufrir injusticias. No despedirme de mi ausencia un día a mitad de un tango o sola en una autopista. Darle espacio a los pretextos que me lloran o confiarle mi recuerdo a los que me olvidan, a los que cuentan chistes en terapia intensiva. Estaba contra el vidrio de este mundo cuando tu mano me despertó.

PD: Creo que el mar no es el mismo conmigo, pero habría que preguntarle a él qué opina.


(24/04/07) Adiós. #1 familia

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