Don Dámaso


En un primer acercamiento diría que ya sabía que no sé. Últimamente estoy más consciente de esta respuesta, sólo que ahora siento un orgullo tonto al pronunciarla. Lo de tonto se debe a que nunca me ha gustado la gente pretenciosa. Revisando un poco más de cerca, descubro que mi reciente fobia a leer se debe al miedo necesario de ser contaminada o sostenida por una teoría bien elaborada y impecablemente escrita. Esta fobia es producto de los encuentro con la búsqueda, de verme en cada palabra, en cada duda como un objeto incierto recorriendo los lugares comunes del abismo. Ante la ansiedad de una pregunta sólo me queda lanzarme sobre un infinito de hechos, esperando los diálogos de un silencio plural y ateo. Quizás por eso he dejado de comprar libros. Debo empezar a leer la fortuna acumulada por tres generaciones de mujeres adictas al pensamiento público. Por ahora me encuentro dentro “de mis invisibilidades” escribiendo una novela corta. Dejando una palabra en cada inconstancia, en este tiempo único para no ser otra cosas.



(8/06/07)

Comentarios

Entradas populares