Estaba debatiendome entre escribirte un e-mail o publicar un post, creo que quería hacer las dos cosas, darle un espacio a mi voz. Estos referentes que me persiguen cargados de información, de noticias. Mientras más me escondo mejor me encuentran. Es como si quisiera atrapar un luz en París. Como si empujara todo lo que quiero a la sombra con una mano y con la otra lo intentara sacar. Supongo que así es con todo. A veces nos rodeamos de estímulos para animarnos, para sentir que vamos igual que los demás, que no estamos tan tarde ni tan temprano. Pero si estamos constantemente midiendo el tiempo de los otros, contrastándolo con el nuestro cómo encontramos un andar propio. Quizás me he vuelto especialista en los contrates. Tengo tantas cosas que me hacen daño, tantos escarabajos dispuestos a seguir bajo tierra. Quizás escarbe eternamente y eternamente buscare el oído perfecto, la caricia adecuada. La necesidad al igual que la carencia son necias exquisitas que nunca se conforman. En estas rabietas infantiles hasta que el barro se seque, cultivando la paciencia de observarlo.

Comentarios

Melba ha dicho que…
Somos tensión polar

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