Hay una Venezuela que casi nadie conoce, que esta debajo de los odios, del malestar político y las divisiones. Que vive buscando espacios para ser joven, para pensar sobre el pensamiento, sobre el arte, la literatura y la creación. Donde tratamos de encontrarnos para respirar el mismo alivio de existir en círculos pequeños. Nos movemos a través de la palabra, del optimismo intermitente, de las caídas. Confiamos en la sabiduría del tiempo, en nuestro propio ritmo para construir el día a día sobre una evasión casi alerta, germinada de sueños. Somos y estamos por todo el territorio practicando magia a turnos dobles para nuestros hijos, para los amigos, para nosotros mismos, para todos. Componiéndonos la vida de sonrisas propias y ajenas. Puedo mencionar a muchas personas que desde el anonimato más injusto realizan esta labor todos los días, como mi familia, como Adriana y esas bellas personas de la tienda naturista. Existen otras personas que cuentan con la posibilidad de llegar a todo el país o aquellos que quieren resivir un poco energía cosmica. De contar todos los días con buenas noticias, de intentar a través de diferenten ritos y creencia crear algo nuevo, algo mejor. http://www.alfonsoleon.com/. A veces su exceso de optimismo me abruma, pero siempre lo recuerdo entre las muchas otras maravillas que me ha permitido conocer este país.

PD: Intento alejarme del radio de Pola, de su constantes programas de opinión...pero a veces me salpican removiendo la incertidumbre, la preocupación y mi propia inconsciencia- bendita nube que me aparta de todo-.

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