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Noticias. Hay muchos cretinos en el mundo y yo conozco al 85% de ellos, por lo menos de la población latina. También hay muchos cretinos internacionales, pero gracias a Dios mi mal suerte esta sectorizada. Si un niño te dice: ¡eres fea! eso en realidad no te hace fea. Te sientes mal, piensas este niño cretino, boludo, hijo…Entonces te quedas con ese mal rato acuestas, y quizás un día llegue el momento oportuno para devolver el insulto, para disfrutarlo. Cuando el momento llega utilizamos nuestra sutiliza para deslizar las injurias en su contra como un ramo de violetas que se ha precipitado al suelo. Pero eso no nos hace más bonitas, ni nos hace sentir mejor, sino todo lo contrario. Quizás no se puede olvidar a todos los cretinos, pero al comportarnos como ellos no solucionamos nada. Cuando tengo estos pensamientos me siento grande, como una niña de 5 años, como una pequeña Mafalda ante su propia vida. Pero muchas veces actuó como si tuviera 3 años y ni una pizca de sabiduría. El otro día estaba viendo una película muy vieja, Sleepless in Seattle. Se estaba casi terminando cuando se tropezó conmigo, cuando entendí que siempre hemos actuado por instinto, por curiosidad o por el anhelo de vivir cosas inusuales con respecto al amor. Siempre han existido las personas que se encuentran en planos desconocidos, en la duda latente y absoluta por no saber cómo es el otro, ese que nos espera en la mesa al final del café o en un banco en el medio del parque. Lo más curioso es que todavía hay muchos escépticos y prejuicioso que desvaloran esta forma tan antigua y usual de coexistir con otros. A pesar que hoy en día es cada vez más común encontrar estas historias en nuestros lugares de trabajos, amigos, familiares o en nosotros mismos. Lo único cierto es que el amor nunca deja de sorprenderme y el cine tampoco. A Meg Ryan y a Tom Hank les encantan estas historias. Todavía hay mucho que limpiar, aun cuando el estanque parece un lugar pacifico el caos se esconde entre los juncos. Volando suavemente, en pausas aerias… A cinderella story, Hear you me*.