Noticias. Es raro como nos recuerdan los otros, las cosas que nos piden, las posibles asociaciones que hacen en su cabeza con nuestro nombre. Una vez empecé a pensar en mis amigos mientras me afeitaba las piernas… es raro. Esto de estar en el medio de los procesos es ¡LA PESTE! Todavía soy algo inexacto entre la madurez y el barniz de uñas con escarcha, entre la responsabilidad y los dibujos animados. Amo el regreso a clases, siempre lo he amado con una extraña alegría. Ver como llegan los útiles nuevos, los cuadernos que nunca han sido usados y se abren suavemente ante nosotros. Verlos en perfecto orden listos para usar, observarlos largo rato y olerlos en la distancia. Odio las clases de primaria y bachillerato, quiero dejar eso claro. Estoy un poco cansada de los cuidados, de las pastillas, de los tratamientos, de atender mi cuerpo con un plan estratégico para corregir el menor desperfecto o contra el signo más leve de vejez. Lo declaro libre de enfermedades, de cuidados intensivos, de punzantes preocupaciones. Hay que dejar de pensar en el tiempo de las líneas, y aprender a caminar sobre las curvas, ondulas, altas, profundas y a veces rotas vías. Buscando un mejor camino para Venezuela, haciendo camino para las dos.

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