recorriendo con la misma poesía la construcción inexacta de un ser perfecto
no hay nada más allá de estos huesos, no soy el producto de la lactancia dorada de alguna estrella, no dispongo de orquídeas perpetuas sobre mis labios, no estoy atada al linaje divino, no duermo sobre los libros del mundo y amanezco en brotes filosóficos. Soy sólo una mujer abierta de puertas, extendida sobre el amor sin protecciones, rebozante en caricias, sujetando en mis caderas miedos, pretextos y juicios. Impaciente ante el desarme absoluto de esta razón plagada de vicios.

Comentarios

Entradas populares