A veces todo está tan jodido, nos sobre pasa, es más grande que nosotros y estamos indefensos ante tanto dolor, tanta angustia...todo es un vacío, somos un espacio navegando dentro de nosotros mismos, en el mundo. Somos un lugar solitario y silencioso, poblado por nuestros propios pensamientos de miedo y derrota. En ese lugar sólo hay situación y solución límites, inmediatas, rápidas... cuantos años reinando sobre esas tierras, dejandoles todo, mi identidad, mi cuerpo. He dado las gracias muchas veces en mi vida, demasiadas, pero nunca he sido una mujer agradecida, eran actos forzados, vinculados, predecibles. Ahora un poco más distante de esas tierras puedo ver lo frágiles que eran mis bienestares, mis estados positivos, quizás tan eufóricos y radicales como los malos, pero menos consistentes. Ahora mis conceptos se componen de otras cosas, de visiones, ideas, acciones relajadas donde la caída no se siente tan presente. Quizás porque antes cuando pensaba volar sin darme cuenta ya estaba cayendo. Estoy en este horizonte donde me desplazo impaciente hacia las metas (aún conservo parte de mis pretensiones estáticas, aunque ahora mi rió de ellas cuando las veo) no todo es tangible, pero parece más cercano y necesito menos cosas para el camino, menos conquistas definitivas.
*Rachel getting married

Comentarios

Entradas populares