Después de un año de silencio creo que este blog se debería llamar tierras nuevas, porque todo es nuevo y diferente. Estoy en ese amaneces después de la tormenta donde el barro es una posibilidad para construir, y para ser más especifica construirme. Sale el sol…y brilla sobre una grama neurolingüística que desea explorar, oler y saborear el nuevo territorio. Me alimenta la necesita de recorrerme con una pasión curiosa y persistente. Admito a todos los viajeros de conversación liviana y pensamiento flexible, de risa fácil y sencillez almatica, con el cordón umbilical buscando conexión adentro para vivir mejor afuera. Sin exceso de maletas. Espero seguirme regalando textos como este y compartirlos con los otros usuarios que me leen.

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