Los que se quedan

Últimamente he escuchado entre mis conocidos, en las redes sociales y en algunos ensayos publicados en la prensa nacional como mi país se ha convertido para muchos en una zona de alerta, en un territorio peligroso, inseguro y sin expectativas de futuro. Esta terrible y no del todo cierta visión, a mi parecer, es expuesta en su mayoría por personas que viven en el extranjero y hablan de lo difícil que es el exilio, de lo maravilloso que son los diferentes lugares donde se encuentran y como Venezuela ya no es una alternativa de vida para ellos. También están los que se quedan y viven el país con esa misma visión… yo me pregunto por los muchos que se quedan y ven a Venezuela desde sus bondades, desde un lugar que les ha brindado cosas increíbles, para los que todavía hay un futuro largo, lleno de proyectos y esperanza por realizarlos en un ambiente más democrático y justo. Los que trabajan todos los días por formar a otros en esa visión, por proporcionarles sus servicios, sabiduría, buen humor y el 100% de sí en su trabajo, a su familia, amigos y todos los que se cruzan en su camino. Los que siguen construyendo país, invirtiendo, creando eventos, organizan actividades, escribe, hacen arte y cuidan de la ciudad buscando que la calidad de vida de los que se quedan sea cada vez mejor. ¿Dónde está el espacio para esas personas, para esas historias? Por qué solo hay voz y difusión para lo malo. En Venezuela están pasando también cosas buenas y las vemos a cada momento, solo que no las compartimos tan a menudo. Quizás la situación económica y política se ha apoderado del día a día, pero creo que esta situación nos ha hecho también más valientes, responsables y generosos entre nosotros. Creo que para los que nos quedamos el compromiso es más grande.