A veces necesitamos a alguien que nos empuje el miedo, que este un poco más claro que nosotros y nos apresure el paso. A veces encontramos alguien tan asustado como nosotros mientras nos inventamos la intolerancia, la impaciencia y la madurez para huir. Quizás es mejor dos miedosos haciéndose compañía que estar solo siendo valiente. Quizás es mejor admitir, necesitar, desear, correr y frenarse para luego lanzarse a querer. A veces la razones no son exactas, las razones no son razones y la cosa más simple es la suposición más larga y compleja. Pero todo es bueno mientras haya tensión, duda, ilusión y expectativa ante la espera del primer roce.
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Me encanta!
Da gusto leerte
Tres besos...