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Noticias. En el equilibro, en esa misión diaria, imposible y ancestral. Aún intentamos establecernos como individuos desde el deber más profundo y desde la libertad más autentica. Libramos esas “pequeñas batallas” sociales entre los diferentes roles pensado que la única forma de vivirlo todo es renunciar, de vivir es vivirlo todo. Seguimos aquí buscando aceptar nuestro equilibrio, buscando una salida sin juicios. ¿Se puede equilibrar el amor? Creo que no porque lo vivimos de momento en momento, en absolutos o en el vacío esperando a que llegue. Siempre esperando aunque en el camino se hagan otras cosas para distraernos, para confortarnos…esperando que esa sensación nos invada, nos arrastre. Quizás por eso no distinguimos a quien lo trae y simplemente lo aceptamos como feliz portador de nuestra felicidad. No se puede vivir sin amor y a veces eso es todo lo que necesitamos, pero tampoco se puede vivir sin luz. Algunos la vemos instalarse en nuestra vida por ratos, constante, intermitente. Otros intentamos iluminar por convicción o por descuido observando como la ceguera se vuelve una comodidad frecuente. Espero que nuestra propia luz siempre nos acompañe, nos guíe desde lugares insospechados y nos nutra con bellos regalos. Gracias a mí por todo lo que me he dado. Ángeles Mastretta se estrena en el cine bajo la mirada de un lector-cineasta que no la termino de entender. Creo que van a joder la historia de Catalina y el músico, así que vayan directo a la novela. Ella me espera como una dulce conquista, me tienta con sus páginas nuevas, con el misterio de su historia más reciente, pero con el chasco de su ultimo libro tengo miedo a desilusionarme de por vida. Se lo dejo al tiempo y a los próximos retoños de mi bolsillo. Todavía disfruto el video de la boda de Ellen, de esa magia clásica que tienen los que se visten de felicidad todos los días. En el tren de Julieta…Estamos en el día 268 del año, pero ya siento las gaitas subiéndome por las piernas y las hayacas entrando en mis oídos.

(13/10/08)